«Es imposible caer bien a todo el mundo»


La adolescencia es una edad clave para reafirmar la personalidad


«Es imposible caer bien a todo el mundo»
«Los jóvenes deben saber que en la vida no podemos caerle bien a todo aquel que se cruza a nuestro paso». Quien así habla es Bernabé Tierno, psicólogo, pedagogo y escritor, autor de numerosos libros de educación, entre ellos, «Educar a un adolescente», de Temas de hoy. A su juicio, el querer agradar a todo el mundo es un problema típico de la edad, que puede llevar a los adolescentes a perder la propia identidad, y a dejar de ser dueños de sus propias decisiones. «Para ganar amigos cambian su conducta, dejando de quererse y respetarse a ellos mismos pero al final, el resultado es que pierden a sus mejores amigos, que son ellos mismos, sin llegar a conocer la verdadera amistad», sentencia.
Este es un problema, continua Elena Escribano, psicóloga especializada en adolescentes de Álava Reyes Consultores, muy propio de esta edad, y que ella suele ver en consulta. «Es una época en la que suelen tener dificultades de autoestima e inseguridad. Algunos de los pensamientos más típicos en la adolescencia son; creer que los demás son mejores que ellos, creer saber lo que está pensando el resto del grupo (error de lectura mental), creer saber que pueden adivinar el futuro ¡y obviamente será para que algo salga mal! (error del adivino) y un cuarto error de pensamiento (entre otros muchos, estos son muy frecuentes), que los psicólogos llamamos "personalización"; consiste en creer "que todo está en relación a ellos" (si ven un grupo de amigos que se ríen piensan:... "seguro que se están riendo de mí"».

Trabajar este problema en casa

Escribano recuerda que aunque en la forja de identidad durante adolescencia cobran mucha importancia los mensajes que los jóvenes reciben de su grupo de iguales, los padres tenemos mucho que decir todavía al respecto. «En casa podemos reforzar mucho las buenas cualidades que tienen como persona. Hay que buscar lo que haga bien y transmitírselo. Si son generosos, buenas personas... Hay que transmitirles que son seres valiosos, maravillosos, dignos de tener amigos y que no hace falta que cambien». Pero en ocasiones, aclara, «los padres se centran solo en lo escolar y en lo negativo».
La adolescencia se convierte, pues, en un momento clave para reafirmar la personalidad y sentar las bases de un ser en plenitud. Para ayudarles, los padres pueden explicarles, sugiere Tierno, «que los verdaderos amigos comparten y no cede siempre el mismo. Que pueden ser más asertivos. Esto es, aumentar la capacidad que tiene el individuo para transmitir a los demás lo que opina, siente o desea de manera que pueda conseguir lo que quiere sin sentirse mal por ello. Así evitará males futuros y se sentirá mejor porque será dueño de sus propias deciciones». Para conseguirlo, este especialista sugiere que el adolescente participe de ciertas decisiones que se toman en casa, y que diga lo que le gusta y lo que no. «Esto puede ayudar a reafirmar su asertividad».
Aprender a decir "NO" es complicado. Tal y como explica Escribano, los adolescentes dicen que sí a cosas que no quieren hacer por miedo a perder afecto, a dejar de agradar... «Quizás el truco esté en enseñarles cuáles son las consecuencias de sus comportamientos, y a que aprendan a respetar sus propios derechos básicos, como expresar sus opiniones, elegir libremente, tener un trato justo...». Lo que ocurre, continua, «es que enseñarles en casa a expresar sus propias opiniones, lo que piensan o lo que sienten, a veces es incómodo, y lo arreglamos con un "tu calla" que puede acabar dando lugar a hijos sumisos».
Si no se trata esta dificultad en los adolescentes, concluye esta psicóloga, puede llegar a convertirse en un gran problema en su vida adulta, que se traduzca en dificultades en el mundo laboral o personal.